Desarrollo profesional

La innovación social para impulsar cambios culturales desde lo local

Rolando Palacios
Director de Tical
@rolpalacios

La Innovación Social, de acuerdo a un estudio de la Escuela de Administración de la PUC, es la generación de valor para la sociedad a través de la introducción de un producto, servicio o proceso novedoso que satisface una necesidad social de mejor forma que las soluciones existentes, produciendo un cambio favorable en el sistema social. Las innovaciones sociales exitosas tienen durabilidad en el tiempo, un impacto escalable, y promueven y fortalecen la participación de la propia comunidad donde se insertan, Gatica et al. (2012).

Cepal, tiene una concepción un tanto distinta, en la medida que apunta a la cultura política. La Innovación Social corresponde «nuevas formas de hacer las cosas, nuevas formas de gestión con respecto al estado del arte en la región, que permitieran mejores resultados que los modelos tradicionales, que fuesen costo eficientes y muy importante, que promovieran y fortalecieran la participación de la propia comunidad y los beneficiarios, convirtiéndolos en verdaderos actores de sus propio desarrollo y por lo tanto fortaleciendo la conciencia ciudadana y con ello la democracia de nuestra región” (CEPAL, 2010: 8).

FosisEl Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS), servicio de Estado chileno dependiente del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, concibe la innovación social como intervenciones sociales, las que se definen como acciones sobre un colectivo o grupo de personas con el fin de provocar un cambio social para mejorar su situación (Losada, 2016).

Innova FOSIS entiende la innovación social como un resultado y como un proceso. En ese sentido se esperan iniciativas que entreguen una solución novedosa a un problema social, que sea más efectiva, eficiente, sostenible o justa que las soluciones existentes (Phills et. al 2008).

Si la innovación va de la mano con la cultura y su representación social, es necesario aceptar que la técnica y la tecnología también se asocian a la innovación social, ya que las innovaciones técnicas y las sociales están cada vez más interrelacionadas (Latour 1994).

Una de las características de la innovación social es que nace de una colectividad que aprende, inventa e interviene su propia realidad para crear nuevas reglas, procedimientos, o formas de resolver un problema o necesidad (Castrillón 2017).

La siguiente tabla fue realizada por Forttes Fuenzalida, Nicole (2017:4-5) con base en el documento de Luc Dancause:

Las experiencias de innovación social que se realizan a nivel local y regional en nuestro país, se han traducido en un fortalecimiento de la ciudadanía en la gestión pública. El propósito de estas iniciativas es incidir en el espacio público mediante el reconocimiento, estímulo, visibilización y aprendizajes de experiencias de gestión pública innovadora que fortalezca la participación ciudadana. De esta forma, se amplía la noción de lo local más allá del municipio y de la autoridad estatal, hacia aquellos actores que hacen posible el “buen gobierno” de una comunidad. Se trata de un espacio donde convergen las organizaciones ciudadanas y el sector público en una relación que contribuye a fortalecer la democracia.
En estos días, los desafíos que el Estado enfrenta no pueden remitirse simplemente a los patios interiores de las instituciones estatales sino que deben ser remitidas a la suma, no meramente instrumental, de las fuerzas entre estas instituciones y las que provienen de la sociedad civil (De la Maza, G. y Fernández, M. (2006: 7).

Una forma de sintetizar esta confluencia de miradas, actores y procesos; se puede observar en la siguiente infografía desarrollada por el Gobierno de Colombia:

Esta relación o acercamiento requiere de estructuras interconectadas, producto de una redefinición innovadora de las relaciones recíprocas.
El énfasis está en promover las iniciativas que comprometen a las instituciones estatales cuyos aprendizajes permiten mejorar la gestión pública en el área del fortalecimiento ciudadano (Op. cit., p. 14). Estas iniciativas cumplen con tres dimensiones: a) innovación materializada; b) fortalecimiento de la ciudadanía; c) incidencia de los vínculos entre sociedad civil y Estado en la gestión pública.
a. Se trata de experiencias que modifican la relación estado-sociedad civil e introducen cambios específicos en la gestión pública. Se incorporan nuevas prácticas originales o pueden corresponder a adaptaciones de prácticas existentes. La innovación involucra un cambio en la forma de abordar un problema de gestión pública: nueva problemática, métodos, instrumentos para abordarlo. En el campo de la ciudadanía la innovación adquiere un carácter cultural, se orienta a la introducción de nuevas ideas y prácticas social o funcionarias en la gestión de un problema, programa o línea de acción; incorporando nuevas concepciones de administración de recursos, relación con el medio, la comunidad o la organizaciones en un contexto determinado.
b. La dimensión fortalecimiento de la ciudadanía se apoya en la noción de derechos, en la ciudadanía activa y en la observación de los procesos de deliberación sobre los asuntos públicos. Este enfoque de derechos en ascenso (no sólo información sino deliberación) buscan una garantía efectiva a través de instrumentos diseñados especialmente para ellos, tales como políticas y programas especiales, instrumentos legales, etc. Esto implica reforzar la identidad y pertenencia de las personas y grupos sociales con la comunidad con la cual se insertan.

Esto supone estrategias de trabajo que desarrollen las competencias para un diálogo horizontal y de mayor equilibrio entre el Estado y la sociedad civil, abriendo espacios para la toma de decisiones sobre el curso y orientaciones de la gestión pública. Esto implica transformar el rol pasivo de la organizaciones como receptores de beneficios hacia un rol activo colaborador/consultor/proponente de programas/políticas o bien decididamente en la integración de espacio de decisiones.
c. Los vínculos entre sociedad civil y Estado en la gestión pública, se ven como iniciativas que presentan un trabajo conjunto, que a veces puede ser bipartito o integrando diversos actores que desarrollan una interfaz. A veces no se materializan en el logro de objetivos o metas sociales públicas, sino más bien como un ideario de democratización que la sustenta. Esto da cuenta de bases sociales e institucionales sobre las cuales la experiencia se hace sostenible. Esto tiene particular relevancia cuando estas iniciativas sólo se mantienen producto de la voluntad política de los gestores públicos, con bajo grado de institucionalización de las prácticas y por ello vulnerables a las modificaciones los interlocutores del Estado. Por ello es importante desplegar un marco institucional de desenvolvimiento.

¿Cómo desplegar estas innovaciones en el marco de las grandes metas de la política pública?


Reconocer la innovación existente. Esta existe en muchas instancias pero con poca relevancia. Es importante contar con antenas permanentes y alta sensibilidad hacia lugares donde se incuban las innovaciones.
Respaldarla. La innovación siempre es un movimiento de ruptura (disrupción) relativa respecto de un orden anterior. Una cultura de innovación supone incentivos que reduzcan el costo de la alta probabilidad de fracaso.
Estudiar los casos, sacar lecciones y replicar. Es necesario determinar los factores críticos y las lecciones que arrojan las iniciativas innovadoras, sus fortalezas y debilidades.
El desafío es difundir. Generar conversación social es indispensable sobre el valor de innovar en los asuntos que a todos nos atañen y mejorar así nuestras condiciones de vida. Es necesario hacer comunicación para el desarrollo innovativo, estimulando los medios –masivos o no- para hacerlo posible.
En el documento Gatica et al. (2012: 85-106) se analizan emprendimientos sociales a partir del estudio de 19 organizaciones. Sin embargo, para tener una visión sucinta del fenómeno y ejemplificarlo, vamos a analizar dos innovaciones, desde la perspectiva de De la Maza De la Maza, G. y Fernández, M. (2006):

Innovación 1: Unión Comunal de Mujeres Rayen Liwen de Panguipulli

Se trata de una iniciativa de desarrollo económico local con un enfoque de género a partir de una metodología que fortalece la gestión participativa, de empoderamiento de las ciudadanas y la revaloración del rol de las mujeres. La iniciativa se construye desde el contexto familiar, económico y social, a modo de disminuir la brecha existente entre una participación funcional y una participación sustantiva en programas y proyectos donde el desarrollo de proyectos sea pensado por sus propias protagonistas con el objeto de inscribirse en los espacios culturales, sociales, políticos y económicos de la comuna.
En esta iniciativa las principales debilidades son: la ausencia de profesionales de apoyo permanentes y la gestión de recursos y la articulación con la red de instituciones públicas que trabaja el tema de género (Núñez D., M., 2006:284).
En esta iniciativa se destaca el rol de la mujer en el espacio público, contribuyendo así al desarrollo de la democracia, la gobernabilidad y la participación ciudadana con el fin de generar políticas públicas y perfeccionar los instrumentos de gestión pública que garanticen una mayor igualdad y oportunidades a nivel de género (Núñez D., M., 2006:287).

Innovación 2: Emprendimientos exitosos: una decisión local (IV Región)

Esta iniciativa benefició a 411 microempresas y emprendedores entre 2002-2005 y tuvo como marco institucional el programa Más Región del Sercotec. Se trata de una estrategia concreta de desarrollo económico local, donde lo central ha sido la articulación de pequeños emprendedores, gobiernos comunales, el gobierno regional y la Unión Europea a través del programa “Más Región”. El objetivo del programa fue enfrentar las debilidades económicas y productivas de los pequeños productores urbanos y rurales mediante una gestión integral del fomento productivo, en donde se reafirmó la “vocación de las municipalidades en cuanto a su rol en el fomento productivo y el desarrollo económico local”.

Iniciativas de innovación social para la Región Metropolitana

Estas dos iniciativas se suman a muchas otras de innovación social e innovación pública que de manera creciente se han expresado en Chile para acercar el mundo social y privado a la estrategia país para alcanzar estilos de desarrollo basados en la participación, la democracia y el desarrollo de las capacidades individuales, locales y regionales. Así, a largo de estos años se observa la progresiva instalación institucional de Sistemas de Gestión del Conocimiento basado en las innovaciones que impactarán de modo sostenible a las orientaciones y modos de hacer de las políticas públicas.

Actualmente, Tical se encuentra liderando seis iniciativas de innovación social en conjunto con la Universidad Tecnológica Metropolitana, en torno a los siguientes ejes:

Gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Objetivo: Fortalecer a las comunidades como usuarios y técnicos en la búsqueda de soluciones de reciclaje de residuos eléctricos y electrónicos.

Educación ambiental en Enseñanza Básica. Objetivo: Fortalecer a las comunidades educativas en la toma de decisiones responsables frente al medio ambiente.

Educación-Tic en Enseñanza Básica y Técnico Profesional. Objetivo: Fortalecer las competencias docentes en Educación Básica y desarrollar habilidades de clase invertida a docentes en Enseñanza Técnico Profesional.

Implementación de la Norma de Equidad de género en municipios. Objetivo: Implementación de una política de equidad de género de acuerdo a la Norma 3262 y la cultura organizacional del Municipio.

Empleabilidad para mujeres con Tic avanzado, perfil técnico del Front-End Developer. Objetivo: Desarrollar un perfil avanzado en Tic con alta empleabilidad para mujeres o jóvenes, propiciando su contratación en empresas públicas o privadas.

Empleabilidad de adultos mayores en el contexto de la transición demográfica. Objetivo: Co-elaborar estrategias de empleabilidad e inserción laboral para adultos mayores en conjunto con las OMIL y empresas en los municipios seleccionados de la Región Metropolitana.

Utem Proyectos

Fuentes:

Castrillón EJ., 2017: De la innovación social a la transformación humana y social: una nueva
visión de la riqueza. Revista Universidad Pontificia Bolivariana.

CEPAL (2010). De la innovación social a la política pública. Historias de éxito en América Latiana y el Caribe. Santiago: Naciones Unidas.

Dancause Luc, 2016: El largo y tortuoso camino hacia los indicadores de innovación social.
Slideshare.
https://es.slideshare.net/dancause/innovation-ouverte-innovezvous-dans-votre-scheuse

De la Maza, G. y Fernández, M. (2006), “¿Por qué premiar la gestión pública innovadora con enfoque ciudadano?” en Universidad de los Lagos (Ed.), Premio innovación y ciudadanía. 20 experiencias destacadas, Santiago.

Forttes Fuenzalida, Nicole (2017), Innovación social y sus desafíos para el siglo XXI, Análisis, No. 23, Centro de políticas públicas, Facultad de Gobierno, Universidad del Desarrollo, Santiago.

Gatica et. al (2012), “La Innovación Social en Chile y el Rol del Estado en su Desarrollo”, Escuela de Administración, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago.

Núñez D., M. (2006), “Unión Comunal de Mujeres Rayen Liwen. Un instrumento para la configuración de política de género a nivel local de la comuna de Panguipulli”, en De la Maza, G. y Fernández, M. (2006).

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